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Apoyo y solidaridad con la nueva Ley de Radio y TV. Familia Sánchez

Apoyo y solidaridad con la nueva Ley de Radio y TV

México, D.F., 16 de febrero de 2005.

H. Cámara de Senadores LIX Legislatura Presente

Distinguidos Ciudadanos Senadores de la República Mexicana:

Ante la propuesta de reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión nos permitimos presentar a ustedes algunas consideraciones con el único propósito de enriquecer el diálogo y aportar algunas ideas basadas en nuestra vivencia familiar y en mi experiencia de estudiar desde 1994 el impacto de los contenidos de los medios en las audiencias.

Primeramente, partimos de la realidad de que los mexicanos tenemos un retoenorme y urgente: vencer la pobreza extrema que vive una cuarta parte de la población mexicana y al menos otro tanto igual o incluso un poco más en condiciones de pobreza.

Cuando la mitad de la población de un país vive la forma de discriminación más dolorosa como la de no tener acceso a un nivel de vida digno, toda acción que se emprenda desde los ámbitos del gobierno, debe contribuir eficazmente a generar oportunidades y elevar la condición humana, cultural y social de sus ciudadanos.

Para un inmenso grupo de mexicanos, la televisión abierta y la radio son la primera fuente de información, de entretenimiento y contacto con el mundo exterior; a diferencia de otros sectores de la población que acceden a una gama de opciones como la televisión de paga, el Internet, las películas en video, el cine y los videos juegos por mencionar algunos. Estos medios nos llevan a muchos de nosotros y a nuestros hijos a no tener que obtener la información y el entretenimiento solamente a través de los canales de televisión abiertos.

Podemos afirmar, por los serios estudios que hay disponibles y los que he realizado personalmente, que muchas personas que tienen influencia decisiva en cuestiones de gobierno, de instituciones sociales y de empresa, ven poca televisión abierta y están poco familiarizados con la mayoría de los contenidos que se transmiten por los diversos canales.

Son muchos grupos de personas con liderazgo público que sólo consultan la televisión abierta para atender los noticieros y los programas deportivos (la mayoría de las veces por el simple hecho de las horas que se dedica al trabajo).

Las personas que verdaderamente mueven los puntos del raiting de la televisión abierta están en las calles y en el campo. Son ellas, principalmente,las que deben ser escuchadas para hacer una reforma tan trascendente como ésta.

Hay estudios rigurosos que han realizado en los últimos años empresas de investigación y diversas entidades de la sociedad civil que descubren lo que legítimamente expresan niños, jóvenes, adultos, madres y padres de familia sobre lo que ven y escuchan a través de los medios de comunicación.

Consideramos que es muy importante para la propuesta, que se tomen en cuenta esos indicadores y no sólo los que se expresan por las medidas de raiting comercial, ya que éstos últimos reflejan los niveles de exposición sobre la gama actual de opciones de la programación y los primeros expresan opiniones, expectativas e intereses sobre la calidad de los contenidos.

La mayor parte de los que viven en condición de pobreza o pobreza extrema,son los que también tienen acceso únicamente a la educación que ha sido evaluada como poco competitiva en el ámbito mundial; son ese inmenso número de personas que tienen algún familiar en otro país para lograr un empleo que pague mejor el trabajo; son ese inmenso número de ancianos que su vida gira entorno a un televisor; son ese inmenso número de hogares que tienen la televisión prendida para entretener a los niños pequeños, mientras la madre trabaja, porque salir a jugar a la calle ya no es una opción segura que deje tranquilos a los mayores que viven sobre todo en las zonas urbanas.

Esta realidad hace pensar que el punto clave en el diseño de una nueva ley debiera de ser la gran sustancia de los medios de comunicación, es decir los mensajes, es decir los contenidos.
Aunque todos tenemos la opción de prender o apagar el televisor, en realidad esta libertad es poco práctica, porque tampoco queremos ni debemos vivir desconectados del fantástico fenómeno de la comunicación actual y porque para ser justos también hay muchos contenidos positivos. Pensar así sería equivalente a imaginar que debemos dejar de respirar en un ambiente contaminado. La acción de un estado y sociedad responsables no es invitar a sus ciudadanos a no respirar o mudarse de ciudad sino hacer frente a las causas que contaminan el aire.

La propuesta de ley y su dictamen refiere, a nuestro parecer, con poca profundidad el tema de los contenidos. Por ejemplo, se incorporan aspectos que países desarrollados han incluido inteligentemente, como la atención a personas con discapacidad auditiva que en México se estima que son 350,000 personas. El hecho es significativo y se debe aplaudir, pero no se le da la misma importancia a los millones de niños que ven la televisión y tienen escasa programación infantil que los motive a descubrir sus capacidades y el emocionante reto que tienen de construir su propio futuro a través del estudio,el esfuerzo y la responsabilidad.

Les invitamos a que por unos días encendamos la televisión y sintonicemos los canales abiertos de 6 de la mañana a 8 de la noche (nuestros hijos sugieren tener a la mano una buena dosis de palomitas), y en un verdadero ejercicio crítico nos pongamos en el lugar de la niñez mexicana.

La propuesta de ley, si algo no tiene, es el mínimo deseo de censurar o controlar la libertad de expresión. Quienes expresan lo contrario, o no la han leído con cuidado, o la quieren descalificar aprovechando un derecho muy sensible y que ninguno estamos dispuestos a que se vea mermado a excusa de pretexto alguno. El derecho a la libertad de expresión que hemos ganado y construido con tanto esmero, no puede verse amenazado ni minimamente, pero eso no significa que se omita orientar el uso de la libertad con la responsabilidad profesional que todos nos merecemos.

La realidad hoy nos presenta evidencias de los excesos y pobreza de algunos contenidos, incluso de lo dañino socialmente hablando de mensajes que explotan la violencia, exaltan vicios, adicciones y desordenes sexuales, exhiben conductas de manera burda y morbosa, y utilizan en ocasiones un lenguaje que deteriora la convivencia social o el nivel cultural y educativo del país que por otros medios se trata de elevar.

Para afrontar este reto de manera creativa, no solo hay que lograr consensos sobre límites necesarios sino también deben establecerse incentivos para que se amplíe la gama de contenidos para la infancia, la juventud y la convivencia familiar.

El próximo 6 de marzo muchos medios de comunicación promueven el aprecio a los lazos familiares y a la convivencia con la familia. Qué mejor forma de hacerlo que construyendo nuevas bases para generar nuevos contenidos que respondan a las expectativas de millones de personas que queremos encontrar en los contenidos de los medios más programas con mensajes sobre el valor y la fortaleza de trabajar honestamente, sobre la capacidad que tenemos los mexicanos de luchar contra nuestras miserias sociales, de reír y reír por la ingeniosa puntada de un comediante.

La inclusión en la propuesta de que un porcentaje de la programación tenga que ser producido por empresas productoras independientes es un recurso muy positivo para impulsar la creación de nuevas empresas pequeñas y medianas y estimularía la generación de empleo en la industria del entretenimiento. Si el vencer la pobreza extrema es nuestra meta, esa iniciativa ayudaría a crear nuevas fuentes de trabajo, impulsaría a jóvenes empresarios y daría una puerta de esperanza a los miles de jóvenes que hoy estudian y egresan de las más de 100 escuelas de comunicación del país. Pero sobre todo, incentivaría la innovación de contenidos y a la competencia por el talento de guionistas, actores y productores entre otros.

Otra iniciativa que debe llamar la atención es el Fondo de Apoyo para la Producción. Este puede ser un detonador de nuevas formas de expresión creativa que se traduzcan en nuevos contenidos para nuestra industria y seguramente, por el talento de los mexicanos, llevará a muchos contenidos a cruzar las fronteras de nuestra patria.

Pensamos considerar que este fondo reciba también contribuciones significativas de las empresas anunciantes, pues deben ser ellas, las mayores interesadas en impulsar la creación de nuevos contenidos con calidad y con capacidad de atraer al público exitosamente para promover sus productos y servicios.

Sería deseable que este Fondo estableciera como prioridad la generación de contenido infantil en modalidades de edutainment (educación a través del entretenimiento) y que la propuesta de ley estableciera como requisito un razonable tiempo al día en los canales abiertos con este tipo de contenidos dirigidos al público infantil y que hoy ya es común ver en muchos países que se han tomado en serio el desarrollo de sus niños como capital para generar la prosperidad del futuro.

Respecto a la clasificación de contenidos según su pertinencia de horario es necesario establecer que los avances de programación de adultos no es conveniente que sean exhibidos en los horarios para todo público, ya que en la actualidad, no es raro ver escalofriantes avances de una película de terror o abiertamente obscena programada para el sábado en la noche en la tarde de un día entre semana. Esto no es elemento menor, hay evidencias de escenas que a un niño de 3 ó 4 años los dejan pasmado y con pesadillas por varios días (puede corroborarse con pediatras y sicólogos infantiles).

De la misma manera es importante considerar que aunque el horario permita programación para adultos como se establece a partir de las 22:00 horas; esto no puede dar puerta abierta a trasmisiones que incluyan perversiones terroristas, sexuales o de otro género. Los adultos tenemos mente abierta y no nos espanta nada, pero tampoco es deseable para la mayoría de los hogares, tener que presenciar excesos esquizofrénicos después de las 10 PM en el tiempo que esperamos ver los noticieros más importantes, además que es una realidad que los adolescentes no se duermen en todos los hogares a la misma hora.

También es necesario considerar las tres zonas de horario que seguimos en México, para que los contenidos que son aptos para los diversos públicos en realidad se exhiban en el horario que corresponda.

Suponemos que se ha evitado incluir estas limitantes para evitar el juicio sobre una propuesta que pueda aparentar intenciones de censura. Pero en este punto la sociedad tendrá que usar su sentido común y establecer límites sensatos para la programación abierta y que se constatan en países como Canadá y ahora en España.

Hemos hablado con muchas personas involucradas en la industria del entretenimiento en nuestro país, con accionistas, directivos, conductores y productores, actores y locutores por mencionar algunos. En ellos hemos aprendido y apreciado posiciones de gran responsabilidad ante estos temas y las coincidencias son mayores que las diferencias en ciertas definiciones.

Hemos tenido una experiencia similar con personas que tienen diversas formas de pensar a las nuestras en el ámbito político o ideológico, pero al ir descubriendo puntos de unión en estos temas, nos alentó escribir esta carta a ustedes con la anhelo de que a pesar de las diferencias que se suscitan en temas clave como los que aborda esta reforma, la riqueza de nuestra pluralidad, orientada por no posponer más el logro de las metas que como país podemos ser capaces de lograr, nos llevará a un mejor acuerdo y por ende a una mejor ley que la actual.

Pensamos considerar que este fondo reciba también contribuciones significativas de las empresas anunciantes, pues deben ser ellas, las mayores interesadas en impulsar la creación de nuevos contenidos con calidad y con capacidad de atraer al público exitosamente para promover sus productos y servicios.

Sería deseable que este Fondo estableciera como prioridad la generación de contenido infantil en modalidades de edutainment (educación a través del entretenimiento) y que la propuesta de ley estableciera como requisito un razonable tiempo al día en los canales abiertos con este tipo de contenidos dirigidos al público infantil y que hoy ya es común ver en muchos países que se han tomado en serio el desarrollo de sus niños como capital para generar la prosperidad del futuro.

Respecto a la clasificación de contenidos según su pertinencia de horario es necesario establecer que los avances de programación de adultos no es conveniente que sean exhibidos en los horarios para todo público, ya que en la actualidad, no es raro ver escalofriantes avances de una película de terror o abiertamente obscena programada para el sábado en la noche en la tarde de un día entre semana. Esto no es elemento menor, hay evidencias de escenas que a un niño de 3 ó 4 años los dejan pasmado y con pesadillas por varios días (puede corroborarse con pediatras y sicólogos infantiles).

De la misma manera es importante considerar que aunque el horario permita programación para adultos como se establece a partir de las 22:00 horas; esto no puede dar puerta abierta a trasmisiones que incluyan perversiones terroristas, sexuales o de otro género. Los adultos tenemos mente abierta y no nos espanta nada, pero tampoco es deseable para la mayoría de los hogares, tener que presenciar excesos esquizofrénicos después de las 10 PM en el tiempo que esperamos ver los noticieros más importantes, además que es una realidad que los adolescentes no se duermen en todos los hogares a la misma hora.

También es necesario considerar las tres zonas de horario que seguimos en México, para que los contenidos que son aptos para los diversos públicos en realidad se exhiban en el horario que corresponda.

Suponemos que se ha evitado incluir estas limitantes para evitar el juicio sobre una propuesta que pueda aparentar intenciones de censura. Pero en este punto la sociedad tendrá que usar su sentido común y establecer límites sensatos para la programación abierta y que se constatan en países como Canadá y ahora en España.

Hemos hablado con muchas personas involucradas en la industria del entretenimiento en nuestro país, con accionistas, directivos, conductores y productores, actores y locutores por mencionar algunos. En ellos hemos aprendido y apreciado posiciones de gran responsabilidad ante estos temas y las coincidencias son mayores que las diferencias en ciertas definiciones.

Hemos tenido una experiencia similar con personas que tienen diversas formas de pensar a las nuestras en el ámbito político o ideológico, pero al ir descubriendo puntos de unión en estos temas, nos alentó escribir esta carta a ustedes con la anhelo de que a pesar de las diferencias que se suscitan en temas clave como los que aborda esta reforma, la riqueza de nuestra pluralidad, orientada por no posponer más el logro de las metas que como país podemos ser capaces de lograr, nos llevará a un mejor acuerdo y por ende a una mejor ley que la actual.

Creemos que el H. Senado de la República tiene los principios, la capacidad y los recursos de diálogo para crear los consensos necesarios y que la propuesta a la nueva Ley Federal de Radio y Televisión no descuide su principal misión: La misión de aprovechar el maravilloso poder de la comunicación para que los mexicanos salgamos de la imperdonable pobreza extrema (económica y cultural) y construyamos la posibilidad para que la mayoría de los niños mexicanos tengan, con el apoyo de los contenidos de los medios de comunicación, un futuro motivador, seguro y prospero; garantizado por la libertad de saberse dueños de derechos y obligaciones, garantizado de saberse capaces de acceder a nuevas oportunidades para construir una vida plena y llena de sentido humano.

Sinceramente, Roberto Sánchez Mejorada y familia. Ciudad de México