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Primero la reflexión, luego la elección

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Primero la reflexión, luego la elección

– Javier Corral Jurado

Los resultados de la elección del 5 de julio, no sólo son fruto de una estrategia coyuntural fallida, y por supuesto de la delicada crisis económica que padecemos, sino fundamentalmente de un proceso de pragmatismo rampante, que rompió con la ética del partido, y que en más de un campo hemos interrumpido el estilo y la tradición democrática que dejaron plasmada los fundadores, en el ejemplo de su insobornable conducta política personal y en la meridiana visión con qué expresaron propósitos y programas.

Por ello era importante que, antes de la elección del nuevo Jefe Nacional, privilegiaramos la discusión y la reflexión, que orearamos el debate de las ideas, si en efecto, queremos rescatar al Partido. Se requiere un diagnóstico para poder elaborar un plan de acción común a los miembros del Consejo Nacional, y que se constituyera en un claro mandato al nuevo Jefe Nacional.

Pero la respuesta ha sido asombrosa, inaudita: en bola rápida se lanzó una convocatoria, que evitó la reflexión, en la que no se convocó a la renovación total del Comité Ejecutivo Nacional, una semana para el registro de candidatos y 24 días para elegir al dirigente, sin previa discusión en esa misma sesión.

Por ello, el día de ayer, tanto el Diputado Gerardo Priego, los senadores Ricardo García Cervantes, Santiago Creel y Humberto Aguilar Coronado, como quien esto escribe, declinamos nuestra aspiración a ocupar la Presidencia del CEN del PAN. Participar en estas condiciones equivaldría a avalar un proceso que, a vistas de muchos elementos, está predeterminado en sus resultados.

Es incomprensible que tras la debacle electoral, no haya la más mínima intención de corregir, ni siquiera de discutir y analizar el mensaje enviado por los electores en las urnas.

Esos resultados nos llaman particularmente a nosotros; el PRI no ha logrado ninguna hazaña electoral, no hay avance considerable en sus números, somos nosotros los que hemos retrocedido. El análisis del fenómeno del voto nulo es una clave importante en el análisis que el partido debe hacer. No es casualidad que de los diez distritos electorales del país con mayor presencia del voto nulo, los tres primeros lugares sean distritos de Acción Nacional. El 10 de Morelia, Michoacán, con el 13.7%; el 15 de Benito Juárez, en el Distrito Federal, con el 13.2%; el 5 de Tlalpan, del Distrito Federal, con el 12.8%. Sí, los ganamos; pero en medio de ese fenómeno de insatisfacción ciudadana por el sistema de partidos.

En distintos tonos y enfoques, los declinantes hemos señalado que, empeñarse en dirigir la vida interna del partido desde el gobierno es un craso error. Que se está haciendo exactamente lo que criticamos al PRI. Criticamos la simbiosis ilegal e inmoral del PRI-gobierno, y la intervención del Presidente en la designación de dirigentes y candidatos. Pero hoy hacemos lo mismo. De ello da cuenta la manera en que, de inmediato se ha dividido el proceso: entre calderonistas y anti calderonistas. Porque está colocada la línea de quien compita con el Licenciado Nava, se enfrenta al Presidente de la República.

Esto no ayuda al país, ni al Partido, ni tampoco al Presidente de la República. En momentos de debilidad política, desatado el ánimo provocador de las mafias del narcotráfico, no fortalece al Presidente la estrecha idea de conformarse con el apoyo de sus amigos, cuando debiera tenerlo de todo su partido.

El partido cumple en unos meses setenta años de haber sido fundado. Durante este período se ha congregado alrededor de ideales más que de hombres; su ideología se ha enriquecido con respuestas puntuales a los problemas nacionales desde los principios de doctrina hasta el cambio democrático de estructuras.

Durante este largo tránsito han sido sus hombres y mujeres ejemplos de congruencia y generosidad; dieron testimonio de lucha decente, valiente y pacífica. Pocos partidos tienen ideología refrendada por sus bases, muy pocos grupos políticos han tenido una pleyade de hombres congruentes, generosos como los fundadores y los directivos de Acción Nacional. Pleyade de prohombres de la capital como de la provincia, conocidos como anonimos. Son ideología y ejemplo de los que nos precedieron nuestra reserva moral.

Regresemos a los motivos espirituales de los que habló Gómez Morín siempre, pero obligadamente cuando la confusión entra a la casa. Como ciudadanos y hombres de bien no claudiquemos en el ejercicio de buscar la verdad. No participaré en este proceso, pero no claudicaré en el deber político de insistir en la reconstitución del partido; por mejor y más importante batalla que demos dentro del actual Consejo Nacional, esa lucha de concientización puede terminar con un efecto contrario, y avalar un proceso con una cancha muy dispareja, para el que está montada una operación mediática y política desde el gobierno.

Que nadie se confunda: No es contra Nava; para él mi respeto y solidaridad; no es contra el Presidente de la República, también respeto, colaboración, lealtad y afecto para Felipe Calderón. Es contra la autocomplacencia, y la intromisión indebida del aparato gubernamental en la vida del partido.

Buscaremos revertir el actual proceso entre los miembros del Consejo Nacional y que se convoque a otro en el que primero sea la reflexión y luego la elección. Iniciaremos un movimiento nacional entre las bases del partido para tomar en nuestras manos nuestro destino. Los invitaremos a todos: no nos vamos a arredrar ante un episodio, cuando tenemos un horizonte que recorrer.