¡Felicidades Presidente!

¡Felicidades Presidente!

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha rendido su Sexto Informe de Gobierno. Quizá el último de sus discursos en el zócalo de nuestra gran capital, como Presidente de México. Un momento culminante y emotivo, cargado de realizaciones y lleno de ideario, simbolismo y definición política. Concluye su mandato con un incremento, según el INEGI , de 132% de confianza social, de cuando comenzó. El dato lo confirma la OCDE, el club de los países ricos, que otorga a México el tercer lugar en el mundo, en confianza de la sociedad.

AMLO es el presidente mexicano que, muy probablemente desde la reforma de 1857 (Benito Juárez, pasando por Lázaro Cárdenas ), concluye su mandato con gran poder y un enorme aprecio popular. Esa fuerza política en sus dos componentes, no la mantuvieron hasta el final ninguno de sus más prestigiados antecesores.

La explicación de este fenómeno se puede encontrar en los trazos del texto que hoy leyó, y el cual fue aderezando con su estilo personal de improvisar. El recuento de lo realizado es impresionante; los números de los programas sociales son imbatibles, como indiscutible es que todos los adultos mayores reciben una pensión bimestral de 6 mil pesos; que once millones de estudiantes han recibido becas; que en el país se han distribuido por el Fondo de Cultura Económica, 17.5 millones de libros; la recuperación del valor del salario en más del 115% en términos reales; los indicadores al alza de la economía, con crecimiento y plena confianza; la generación de más de dos millones y medio de empleos (sin haber presumido ser un “presidente del empleo”); haber sacado de la pobreza a 5.5 millones de mexicanos y reducir la desigualdad, sin que los ricos se vieran afectados en sus ganancias, ni los banqueros en sus utilidades. De hecho, les ha ido mejor en este sexenio que en otros.

Es impresionante escuchar las cifras récord: en inversión extranjera, en reservas internacionales, en turistas visitantes, en recaudación fiscal (61% más al término de su administración). La primera ocasión desde hace 50 años que el peso no se devaluó, de hecho nuestra moneda es la segunda en el mundo con más fortaleza en relación con el dólar.

Los números de la inversión en infraestructura son impresionantes. Una retahíla de obras abarcó la tercera parte de su Informe. Por supuesto las estelares: el tren maya de mil 554 kilómetros, la refinería Dos Bocas, el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles.

El Presidente López Obrador también tiene en su haber, como pocos, la restitución de tierras y aguas a los pueblos originarios, y después de Cárdenas, es el que más zonas naturales protegidas ha decretado, 44 en total.

Pero los “otros datos”, tan o más relevantes que las cifras y los índices que tanto irritan a sus detractores, López Obrador detuvo la tendencia violenta del crimen organizado y por ello aumentó la percepción ciudadana en seguridad. Para mí lo más importante es que paró en seco los procesos de privatización de los recursos naturales, de los procesos de concesionamiento de bienes y servicios públicos, de las empresas del Estado, la minería a cielo abierto, el maíz transgénico para consumo humano, el Fracking, y decidió reemprender el fortalecimiento de Pemex y la Comisión Fedral de Electricidad.

Como un presidente que conoce la historia, desplegó, ahí sí también de la mano de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, una de las mayores recuperaciones de piezas arqueológicas y bienes, obras y documentos del patrimonio histórico y cultural de México en el exterior, decidió emprender una recuperación impresionante de nuestra memoria histórica.

Pero quizá lo más importante, fue la enorme visión y conocimiento sobre el sentir del pueblo de México, a quien le habló y supo mantener en cercanía. Una noción absolutamente imposible de producirse en la oposición en México. Él se los dijo hoy con una contundencia estremecedora: “ Si no quieren al pueblo, por lo menos van a tener que aprender a respetarlo”.

Un Informe que también tuvo varios elementos de eso que empezará a vivirse, el Obradorismo sin López Obrador. En las tres arengas que ha dado a Claudia Sheinbaum, ha trasladado la sensación de su despedida, que por lo menos hoy caló, exactamente como conmueve que un grande de la política culmine con tan enorme éxito, la mayor experiencia de poder en Mexico ¡Felicidades Presidente! luego le damos el hasta luego.

Y el final no lo describo; simplemente se los comparto.

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