El affaire Javier Corral

El affaire Javier Corral

“La gobernadora de Chihuahua quiere venganza y pretende encarcelar a su enemigo”, así de puntual el historiador chihuahuense Víctor Orozco explica en este ilustrador texto, los motivos políticos detrás del intento de detención de Maru Campos Galván.

Su esencia es una miserable reyerta política, que, como es usual, se presenta bajo el manto de procedimientos judiciales. Quienes buscan a la justicia en este caso, nunca van a encontrarla. Quienes invocan a la ley, se auto engañan o son hipócritas.

En 2016, tanto en su campaña política como al asumir la gubernatura, Corral se hizo eco del clamor popular que existía en contra de la corrupción del gobierno de César Duarte, manifiesta a ojos vistas. Triunfó en la elección y logró que se procesara y se sancionara al exgobernador. En el curso de este movimiento, salieron a la luz múltiples actos de deshonestidad en el uso de los recursos públicos, entre ellos la famosa "nómina secreta", que involucró a la actual gobernadora María Eugenia Campos, quien fue imputada. Ella ganó las elecciones en 2021 y el mango del sartén cambió de mano. Hoy, es probable que los voluminosos expedientes de las actuaciones ministeriales y judiciales ya ni existan o estén mutilados.

Ahora, la gobernadora de Chihuahua quiere venganza y pretende encarcelar a su enemigo, frustrando de paso que asuma el puesto de senador de la república para el que fue electo por la vía pluri nominal con los colores de MORENA.

La realidad es que contra la actuación de Corral como gobernador de Chihuahua, no se ha enderezado ninguna acusación o cargo significativos. Menos aún en el campo de la corrupción.

Otro aspecto es que Corral cambió de bando partidario, como ha sido común, sobre todo en estos tiempos. En sus antecedentes, no obstante su militancia panista, existen acciones reveladoras de su disidencia con la línea y las consignas del partido en el cual militó por varias décadas. Menciono la dura batalla contra la llamada Ley Televisa, su condena al uso de las creencias religiosas para ganar adeptos en la política y su decidida lucha contra la corrupción. Ciertamente, su tránsito ideológico-político no fue momentáneo ni inusitado. En alguna ocasión, conversando con Porfirio Muñoz Ledo cuando era presidente del PRD, comentó a la manera jocosa e irónica, como era su costumbre: "Este Corral debía estar en nuestro lado, pero no deja de ser cura", aludiendo no precisamente a la adhesión religiosa de aquel, sino a su raigambre panista.

¿En que terminará este affaire? Es evidente que ha derivado en una confrontación entre el gobierno del estado de Chihuahua y el federal. El razonamiento que debe haber campeado en los altos mandos de este último es: no vamos a permitir que la gobernadora venga a meternos un gol sacando del juego a un elemento del equipo cercano a la presidenta electa. La verdad es que tolerarlo sería ingenuo y revelaría una enorme torpeza política. De allí que se haya puesto en acto a la misma Fiscalía de la CDMX. De seguro, existe la disposición para utilizar cualquier otro recurso jurídico y político necesario.

Ya veremos en las próximas y decisivas dos semanas.

Lista de correo electrónico

Reciba anuncios sobre la actividad librera y política de Javier Corral Jurado.

Arriba