Es claro que la gobernadora Maru Campos trae en la mira a su antecesor. No le perdona que la haya hecho ver como una mujer corrupta. Pero en su actuación la actual mandataria responde a una agenda aún más perversa: sacar a Duarte de la cárcel y meter a Corral en su lugar.
Maru Campos, gobernadora de Chihuahua, habría recibido un soborno de 8 millones de pesos cuando era diputada local panista. Fue una de las cien personas beneficiarias de la red creada por el ex gobernador priista César Duarte para comprar la voluntad de políticos, funcionarios, artistas, líderes sociales y de opinión.
Por increíble que parezca, ayer fue detenido el funcionario que reunió las pruebas de la existencia de esa red y también proporcionó los nombres de quienes recibieron dinero de la nómina secreta, entre ellos el de Maru Campos.
En efecto, sin que la fiscalía de justicia de ese estado haya revelado aún de qué se le acusa, Eduardo Fernández Herrera, subsecretario de Egresos del gobierno de Javier Corral, ingresó este domingo al penal de Aquiles Serdán.
Se trata del tercer funcionario de alto nivel perteneciente a la administración corralista que es llevado tras las rejas. El primero fue, en noviembre del año pasado, Francisco González Arredondo, quien fuera fiscal para los derechos humanos en esa entidad. Se trata del líder investigador en la operación conocida como Justicia para Chihuahua, la cual permitió desenmascarar una trama de corrupción ocurrida durante el gobierno de Duarte por más de 6 mil millones de pesos.
El segundo detenido es Arturo Fuentes Vélez, quien fuera el secretario de Hacienda con Corral y por tanto jefe de Eduardo Fernández. Se le acusa de haber cometido peculado por 98 millones de pesos. Los cargos en su contra —pagos ilegales con cargo a fondos públicos—son tan imprecisos como infundados.
Es claro que la gobernadora Maru Campos trae en la mira a su antecesor. No le perdona que la haya hecho ver como una mujer corrupta. Pero en su actuación la actual mandataria responde a una agenda aún más perversa: sacar a Duarte de la cárcel y meter a Corral en su lugar.
El mensaje no tiene dobleces: se busca que en Chihuahua los corruptos vivan en libertad, mientras que sus perseguidores son castigados.
Zoom: lo que Maru Campos quiere ahora es destruir los procesos judiciales enderezados contra Duarte y en su lugar fabricar otros para hundir a sus adversarios.
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